viernes, 27 de noviembre de 2009

Pelilargo






Sheila Alvarado.
http://ninaymedia.blogspot.com/

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿ME AUXILIAS?


Siempre que tengo miedo pienso en ti.

Como si estuviera diciendo mis oraciones de niña, me acuesto en la cama, me acurruco y con los ojos abiertos murmuro despacito . Te hablo a ti e imagino que estás ahí, en mi cama, que estás acostado a mi lado y que tienes el rostro muy junto al mío, que tienes los ojos negros muy abiertos y me miras fijamente y me miras con indulgencia.

Entonces me siento como una niña y siento que mis ojos brillan, que mi voz se hace dulce, que mi cuerpo está tibio y que te quiero mucho.

Te cuento todo, hasta mis maldades, pero cuando te hablo a ti esas maldades se vuelven accidentes inocentes, realmente si me vieras en esos momentos verías mis ojos brillando y oirías mi voz dulce, es que en esos momentos me siento como una niña virgen y buena.

Por eso nunca voy a dejar de hablarte, por eso nunca voy a dejar de imaginar que te hablo y que estás ahí para escucharme, por eso nunca voy a dejar que mi olvido, mi monstruoso olvido, te separe de mi. Voy a ser siempre tu niña, lamentablemente no tu hija, pero tuya.

Contigo no me hace falta nada más, cuando imagino que me miras así me siento disculpada, me siento redimida, tu me redimes y no sólo eso, contigo me siento apoyada, pues imagino que me regalas miradas tan benévolas que me dicen que tienes fe en mi y esas miradas siempre van a creer cuando digo que esta vez haré bien las cosas, que esta vez no me equivocaré, que esta vez seré buena, que esta vez seré mejor persona.






La niña sueña.

Paul Gauguin.

1881.

Óleo sobre lienzo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Alejandro tenía 15 años cuando terminó el colegio. Le dijeron entonces que debía ingresar a una universidad. Detestaba que le dijeran qué hacer, y por esa razón al principio se negó, pero la idea no le molestaba tanto como pretendía hacer creer y terminó asintiendo por comodidad.


Era muy joven, se sentía lleno de fuerza, energía, ímpetu. Le hubiera gustado hacer algo que realmente deseara, pero no había tal cosa, no deseaba nada con tanta intensidad, así que se conformó.
Tuvo que tomar clases como preparación para dar el examen de ingreso. Eso le molestó también. Llegaba tarde recurrentemente y no entraba a las clases. Se dedicó a conocer gente, a los que como él tomaban las mismas clases, pero muy pronto al conocerlos se dio cuenta de lo diferente que era de ellos. No tenía mucho de qué hablarles, por eso se dedicó a sonreirles y cuando no lo veían los miraba con tristeza . Se aburrió.
Camino a su casa había observado todos los días con interés el edificio de la Biblioteca Nacional. Tenía una curiosidad muy grande. Nunca había entrado a una biblioteca, había leído varios libros ya, pero nunca había asistido a una biblioteca, pues no le gustaba la idea de leer rodeado de gente ya que con sus lecturas se emocionaba mucho y no contenía la risa, ni el llanto, ni el miedo, ése era Alejandro y de seguro por eso se había ganado que su familia pensara en él como un muchachito muy extraño.
Felizmente un día, harto de que no le compraran los libros que quería (no tenía recuerdo de que en su casa hubieran comprado un libro en sus 15 años de existencia) y harto de tener que tomar clases con gente que le parecía tonta, decidió entrar al edificio gris muerto de curiosidad. Era la Biblioteca Nacional así que debía encontrar muchos libros, los mejores. Entró, se registró y se enteró de cómo buscar en el catálogo. Sabía perfectamente el autor que leería aquel día, William Blake.
Bajó hacia la sala de lectura de arte y literatura. Y encontró Antología bilingüe de William Blake.
Se quedó toda la tarde en esa sala que tenía mesas y sillas de madera barnizadas, rodeado de estantes llenos de libros, con un reloj redondo en la pared del fondo.
Fue asiduo lector de esa biblioteca desde entonces, leyó mucha literatura y libros de arte, también de psicología e historia y textos que encontraba sin querer de pronto y leía con despreocupación. Pasó muchas horas ahí, leyendo y percibiendo susurrante el sonido de los carros que recorrían la avenida más atestada de la ciudad que se abría paso delante de la biblioteca.
Fue un corto periodo, pero el más feliz. Ingresó a la universidad y lo mandaron a leer tanto y como él destesta que le digan qué hacer siempre pone cara de disgusto cuando abre un texto, en realidad no le disgusta tanto y asiente y lee pero él ya ha degenarado y siempre pone esa cara.
No volvió más a la Biblioteca Nacional, sobre todo después de que cambiaron de sede, ahora la llevaron a una zona más 'decente', ya no está frente a la avenida más contaminada de la ciudad. Alejandro apuesta a que ya no están las mismas mesas y sillas de madera que tanto le gustaban. También cree que ahora será más difícil que algún muchacho de esos que viven en casas donde la gente nunca compra libros porque están muy caros y no saben de Amazonas, y donde piensan que estudiar no te lleva a nada 'hijito tienes que trabajar porque falta dinero para comer', pues no tendrá la facilidad de encontrar el placer que él obtuvo una tarde sencilla al entrar al edificio gris.
Igual nada es tan malo Alejandro. Quedó, en el antiguo edificio, la Biblioteca Pública de Lima con menos textos y un poquito abandonada, pero esperemos pronto mejore.
Encontré este texto de Charles Bukowski que de seguro conoces, felizmente tu biblioteca no se quemó como la de él, Alejandro.

EL INCENDIO DE UN SUEÑO

La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
ha sido destruida por las llamas.
Aquella biblioteca del centro.
Con ella se fue
gran parte de mí juventud.

Estaba sentado en uno de aquellos bancos
de piedra cuando mi amigo
Baldy me preguntó:
"¿vas a alistarte en
la brigada Abraham Lincoln?"

"Claro", contesté
yo.

Pero, al darme cuenta de que yo no era un idealista político
ni un intelectual
renegué de aquella
decisión más tarde.

Yo era un lector
entonces
que iba de una sala a
otra: literatura, filosofía,
religión, incluso medicina y geología.

Muy pronto
decidí ser escritor,
pensaba que sería la salida
más fácil
y los grandes novelistas no me parecían
demasiado difíciles.
Tenía mas problemas con
Hegel y con Kant.
Lo que me fastidiaba
de todos ellos
es que
les llevara tanto
lograr decir algo
lúcido y/ o interesante.
Yo creía
que en eso
los sobrepasaba a todos
entonces.

Descubrí dos cosas:
a) que la mayoría de los editores creía
que todo lo que era aburrido
era profundo.
b) que yo pasaría décadas enteras
viviendo y escribiendo
antes de poder
plasmar
una frase que
se aproximara un poco
a lo que quería
decir.

Entretanto
mientras otros iban a la caza de
damas,
yo iba a la caza de viejos
libros,
era un bibliófilo, aunque
desencantado,
y eso
y el mundo
configuraron mi carácter.

Vivía en una cabaña de contrachapado
detrás de una pensión de 3 dólares y medio
a la semana
sintiéndome un
Chatterton
metido dentro de
una especie de
Thomas
Wolfe.

Mi principal problema eran
los sellos, los sobres, el papel
y
el vino,
mientras el mundo estaba al borde
de la Segunda Guerra Mundial.
Todavía no me había
atrapado lo femenino, era virgen
y escribía entre 3 y 5 relatos por semana
y todos
me los devolvían, rechazados por
el New Yorker, el Harper´s,
el Atlantic Monthly.
Había leido que Ford Madox Ford solía empapelar
el cuarto de baño
con las notas que recibía rechazando sus obras
pero yo no tenía
cuarto de baño, así que las amontonaba
en un cajón
y cuando estaba tan lleno
que apenas podía
abrirlo
sacaba todas las notas de rechazo
y las tiraba
junto con los
relatos.

La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
seguía siendo
mi hogar
y el hogar de muchos otros
vagabundos.
Discretamente utilizábamos los
aseos
y a los únicos que echaban de allí
era a los que
se quedaban dormidos en las
mesas de la biblioteca; nadie ronca como un
vagabundo
a menos que sea alguien con quien estás
casado.

Bueno, yo no era realmente un
vagabundo. Yo tenía tarjeta de la biblioteca y
sacaba y devolvía
libros,
montones de libros,
siempre hasta el
límite de lo permitido:
Aldous Huxley, D.H. Lawrence, e.e. cummings, Conrad Aiken,
Fiódor Dos, Dos Passos, Turguénev, Gorki,
H.D. Freddie Nietzche,
Shopenhauer,
Steinbeck,
Hemingway, etc.

Siempre esperaba que la bibliotecaria me dijera:
"que buen gusto tiene usted,
joven."
Pero la vieja
puta
ni siquiera sabía
quién era ella,
cómo iba a saber
quién era yo.

Pero aquellos estantes contenían
un enorme tesoro: me permitieron
descubrir
a los poetas chinos antiguos
como Tu Fu y Li Po
que son capaces de decir en un
verso más que la mayoría en
treinta o
incluso en ciento.
Sherwood Anderson debe de haberlos
leído
también.

También solía sacar y devolver
los Cantos
y Ezra me ayudó
a fortalecer los brazos
si no el cerebro.

Maravilloso lugar
la Biblioteca Pública de Los Ángeles
fue un hogar para alguien que había tenido
un
hogar
infernal
arroyos demasiado anchos para saltarlos
lejos del mundanal ruido
contrapunto
el corazón es un cazador solitario.

James Thurber
John Fante
Rabelais
De Maupassant

Algunos no me
decían nada: Shakespeare, G.B. Shaw,
Tolstói, Robert Frost, F. Scott
Fitzgerald

Upton Sinclair me llegaba
más
que Sinclair Lewis
y consideraba a Gogol y a
Dreiser tontos
de remate

Pero tales juicios provenían mas
del modo en que un hombre
se ve obligado a vivir que
de su razón.

La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
muy probablemente evitó
que me convirtiera en un
suicida,
un ladrón de bancos,
un tipo
que pega a su mujer,
un carnicero o
un motorista de la policía
y, aunque reconozco que
puede que alguno sea estupendo,
gracias
a mi buena suerte
y al camino que tenía que recorrer,
aquella biblioteca estaba
allí cuando yo era
joven y buscaba
algo
a lo que aferrarme
y no parecía que hubiera
mucho.

Y cuando abrí el
periódico
y leí la noticia sobre el incendio
que había destruido la
biblioteca y la mayor parte de
lo que en ella había

le dije a mi
mujer: "yo solía pasar
horas y horas
allí …"

EL OFICIAL PRUSIANO
EL ATREVIDO MUCHACHO DEL TRAPECIO
TENER Y NO TENER
NO PUEDES RETORNAR A TU HOGAR.
Bukowski.

miércoles, 4 de noviembre de 2009



De Camilo conocía Fresa salvaje, A escondidas, Quieres ser mi amante, Jamás, o la canción que siento más pegajosa Vivir así:

Siempre me traiciona la razón y me domina el corazón,
No se luchar contra el amor
Siempre me voy a enamorar de quien de mi no se enamora,
Y es por eso que mi alma llora.
Y ya no puedo más
Ya no puedo más
Siempre se repite la misma historia ...

Definitivamente Camilo tiene una larga trayectoria, no pertenezco a la generación que más vibró con él, pero si es un clásico de la balada en español, por supuesto que he oído sus canciones y las he cantado en algún momento de mi vida.

Recuerdo que mi hermano me dijo hace algún tiempo que Camilo había hecho el papel de Jesús en la versión española de Jesucristo Superstar. Y creo que ese musical es muy bueno. Me gusta la música, las letras, el baile y toda la parafernalia que acompaña esta magnífica ópera rock con libreto de Tim Rice y música de Andrew Lloyd Webber. Ahora que Camilo llega a Lima, recordé el dato, busqué y encontré. Ahora mi aprecio por Camilo es sin duda superior.

Camilo Sesto EL 14 DE NOVIEMBRE EN LIMA....


Camilo - Getsemaní

Jesús:
Yo quiero decir
si puedo pedir
que apartes de mi ese cáliz,
ya no deseo su amargura.
Ahora quema, yo he cambiado
y no se por que ha empezado.
Yo tenia fe cuando comencé,
ahora estoy triste y cansado,
mi camino de tres años
me parece que son treinta
¿Y que mas puede un hombre hacer?.
Si he de morir,
que se cumpla todo lo que tu quieres de mi,
deja que me odien, que me claven en su cruz.
¡Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios!
¡Quiero saber, quiero saber, Señor!
si he de morir...
dime si es por que he de ser mejor de lo que fui,
dime si mi vida con la muerte he de cumplir.
Yo quiero ver, yo quiero ver, Mi Dios
Quiero saber, quiero saber, Señor,
¡con morir que voy a conseguir!.
Quiero saber, quiero saber, Señor,
¿por que he de morir? ¿por que?....
Dime por que quieres que me claven en su cruz,
muéstrame el motivo, dame un poco de tu luz,
di que no es inútil tu deseo y moriré,
me enseñaste el como, el cuando,
pero no el por que.
Muy bien, ¡yo moriré!,
pero por favor,
cuando muera, cuando muera
¡mírame!,
por favor, ¡mira mi muerte!...
Yo tenia fe cuando comencé
ahora estoy triste y cansado,
mis tres años ya son miles,
por que entonces tengo miedo
de que ya todo termine.
Dios, yo no empecé,
fue tu voluntad,
dame el cáliz de amargura,
clava, azora, rompe, mata.
pero pronto, hazlo pronto, o yo me voy a arrepentir.
UNMSM – FLCH



EXPOSICIÓN EL HOMBRE – NO HOMBRE
ALEJANDRA LUCIANA CÁRDENAS


Inauguración: jueves 05 de noviembre - 12:00 m. / Galería de la E.A.P. de Arte – Facultad de Letras y Ciencias Humanas – UNMSM



Del jueves 05 al martes 24 de noviembre en las instalaciones de la Galería de la EAP de Arte de la UNMSM, se desarrollará la exposición El hombre – no hombre de Alejandra Luciana Cárdenas.

La muestra contará con 12 piezas de arte digital (fotografías intervenidas con photoshop) que giran en torno a la relación establecida entre el hombre y la naturaleza.

La artista hace uso de la tecnología y de las nuevas herramientas que ésta propone para la producción y creación artística, para desarrollar sus imágenes y a través de ellas llamar al espectador a la reflexión.

El hombre desde siempre ha necesitado de la naturaleza para sobrevivir valiéndose de los múltiples recursos que esta ofrece, pero en la actualidad esta relación hombre – naturaleza se muestra disonante por el afán de explotación desmedida e irresponsable que el hombre ejerce sobre ella. La artista propone tomar conciencia de la función que cumplimos dentro del ecosistema y un compromiso de nuestra parte para restablecer el equilibrio natural.

Así mismo, en el marco de esta exposición se ha programado un café cultural el martes 17 de noviembre, que contará con la participación de diversos docentes de la E.A.P. de Arte donde se discutirán los diversos temas que se desprenden de esta exposición.



AGRADECEMOS SU DIFUSIÓN.