Ya basta, se dijo. Miró su reflejo en el espejo, sostuvo la mirada en sus ojos. Pensó: "Ya basta"

Sintió que la tristeza nacía otra vez. Salió del pecho y subió hasta la garganta, se hizo nudo ahí y así, anudada y raspando, siguió ascendiendo hasta llegar a los ojos y entonces, por ellos, empezó a desbordarla.


“Está todo muy bien, es solo que tengo muchas ganas de verlo. Cuando uno deja a alguien siempre es difícil. Solemos acostumbrarnos a ciertas personas, sobre todo cuando éstas nos hacen bien. Tal vez sea ese todo el misterio. Nada más normal y natural que el apego por alguien que lo trata a uno tan bien".

Acabo de despertar de una borrachera increíble (las cosas dichas tal cual) y me he enterado por Patricia de la muerte de Saramago

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/18/cultura/1276864253.html

Para las tardes en las cuales no hago otra cosa que no sea sentarme en el piso y escuchar música (y qué buena música mi querido Ray Charles!!)pensando en lo jodidamente bueno que sería fumar un cigarrillo y beber un trago...

Te miraré y sonreiré, luego me sentaré a tu lado y escucharé lo que tengas que contar -escucharé desde los chistes hasta los actos perversos- y responderé con un gesto cómplice a todo.