
Lo había estado meditando y mientras corríamos a través del patio le dije: Lo he decidido, voy a volver a ser 'virgen'.
Con la sabiduría que la caracteriza me dijo agitada: Eso no se puede, por más que dejes de hacerlo un mes, dos años, diez años o te hagas el punto de oro no se puede...
Seguimos corriendo en silencio mientras ella se reía y yo pensaba en aquella imposibilidad...
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