lunes, 1 de febrero de 2010

Y la Reina Roja grita su “que le corten la cabeza”.

Leí que la reina roja siempre estaba molesta y que siempre mandaba a cortarle la cabeza a la gente.

Yo mandaría que a ellos les corten la cabeza, luego me las quedaría como cabezas trofeo y me sentaría en mi trono rodeada por ellas -serían unas cabezas hermosas sin duda- y les leería mis versos favoritos de mis poetas secuestrados y presos en mis mazmorras.

La muerte, mis queridos amigos, es algo que uno desea: Thánatos, la pulsión de la muerte. La presencia después de la muerte es algo que les obsequiaré. Les obsequiaré más, les daré mi reino. Más, mi vida hasta mi muerte. Más, mi alma después de mi muerte.

No hay comentarios: