domingo, 25 de febrero de 2007

Let it roll, baby, roll. Let it roll, all night long.


Siempre hay noches en las que uno no necesita más que un vaso que tenga como contenido alguna clase de alcohol y unos cigarrillos, en esas noches lo demás (gente,lugar, hora, etc.) es parafernalia...

Sencillamente esas noches se me antojan cada vez más seguido y de una manera casi trágica, sin embargo, ahora menos que nunca tengo tiempo para ellas.
Ayer, después de meses pude salir a una reunión y bebí de todo, fue un acto suicida, no importó nada, nada, absolutamente nada fuera de beber..."¿por qué bebes?- preguntó él.Para estar ebria- contestó ella"
Puedes creer que en vez de andar suelta por las calles limeñas debo estar en rehabilitación, en A.A., pero eso no importa, el hecho de beber y de sólo querer beber puede parecer patético, es más no sólo puede parecer puede ser patético, que sé yo.
Al final no importa, porque yo sé que va más allá, que el problema no es el licor, sino mis constantes y sesudas reflexiones acerca de la inmortalidad del mosquito.

En fin, ayer todo estuvo perfecto: Let it roll, baby, roll. Let it roll, all night long... Jim Morrison



Roadhouse Blues

No hay comentarios: